New York. Sep/13/2018. Mauricio Hernández. Los colombianos de Nueva York rompieron con una histórica sequía política en la posibilidad de llegar a cargos públicos de La Ciudad al ganar hoy Jessica Ramos y Catalina Cruz el Senado y la Asamblea Estatal, respectivamente, en una batalla contra dos candidatos electos, descendientes de dominicanos, la comunidad que más acude a votar.

Ramos es de padres colombianos y nació en Queens, mientras Cruz llegó de Medellín a los nueve años junto con su madre, solas; ellas sufrieron en carne propia lo que es la vida de los inmigrante sin papeles en los Estados Unidos.

Las colombianas se enfrentaban en las primarias demócratas a José Peralta (que fue asambleísta antes de llegar al senado) y Ari Espinal, puesta en el cargo por el Partido. Los dos defendían el cargo, apoyados siempre por la comunidad dominicana, conocida por su alta participación en elecciones, incluida Nueva York. Y esto le gusta al Partido Demócrata.

Jessica Ramos, con 54,9,% le ganó el senado a José Peralta, que obtuvo 45,1 %. Entretanto, Catalina Cruz llegó a 53,5, y su rival inmediata, Ari Espinal, solo alcanzó el 43,2.

Aleaxandria Ocasio se acercó hasta la sede de Catalina Cruz en la 37 Avenida, en Jackson Heights, para saludarla personalmente. Juan Carlos Sandoval, líder sindical y vicepresidente del Frente Hispano, apoyó a Cruz y trabajo junto a su equipo. Foto: cortesía.

Jessica Ramos y Catalina Cruz, sin el apoyo del Partido Demócrata, que tiene la maquinaria y los presupuestos, se lanzaron al campo de batalla impulsadas por las injusticias y despropósitos del actual presidente Trump, sin importar ir independientes y con el conocimiento de la pereza electoral de sus compatriotas, históricamente divididos. Pero quedó demostrado que su base electoral se amplio a otras comunidades inmigrantes de Queens.

A las colombianas no se las vio en tantas campañas políticas o reuniones dentro de su comunidad como si lo hicieron los electos candidatos dominicanos a quienes ellas se enfrentaban. Todavía no conocemos detalles de la participación colombiana en estas elecciones, pero nuestras compatriotas recibieron el apoyo de los sindicatos liderados por los latinos en Nueva York, por la comunidad china e india, y por los ecuatorianos.

La agrupación New American Leaders, una organización que empodera a candidatos inmigrantes o descendientes de inmigrantes en los Estados Unidos apoyó a las colombianas en su propósito de conseguir los que durante toda la historia no se había podido conseguir en Nueva York por la división de los colombianos.

Una gran ayuda de las colombianas ha sido su plena integración en la sociedad, especialmente en el caso de Catalina Cruz, que llegó de nueve años, con una madre soltera e indocumentada. La madre de Cruz repartía hoy flyers invitando a votar por su hija, el mismo trabajo que hacía en la popular Avenida Roosevelt recién llegada a Nueva York.

Jessica Ramos es hija de Auribel Ramos, un líder comunitario colombiano que llegó hace más de cuarenta años a Nueva York, y está casada con un dirigente sindical. Cruz, por su parte, trabajo en la gobernación y en La Ciudad en temas de trabajo y ha estado vinculada también a los trabajadores inmigrantes de la construcción.

Acompañamos a Catalina Cruz a votar en la escuela de Jackson Heights, en la 81 con 37 Ave. Su madre estuvo a todo momento a su lado. Tras la votación, se abrazaron y lloraron.