El bogotano Jorge Reynolds, maestro del marcapasos y miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York

La confluencia genética de Jorge Reynolds también es sorprendente. Por su línea materna desciende del escritor Rafael Pombo y del sabio Francisco José de Caldas, de quien conserva la colección de mariposas, documentos y su escritorio personal

Jorge Reynolds, científico colombiano a nivel mundial, reconocido por su trabajo en los marcapasos del corazón. Foto: cienciajovenunah.wordpress.com

Nueva York. Mar/11/2017. Agencias/Medios informativos. Jorge Reynolds nació en Bogotá en 1936. A los 21 años desarrolló el primer marcapasos artificial externo con electrodos internos, instrumento que le ha salvado la vida a más de 75 millones de personas en el mundo. Hoy es un gran científico, pero fue mal estudiante y tuvo que andar de colegio en colegio. Hoy es un reconocido profesional de Trinity College de Cambridge, Inglaterra, donde se graduó como ingeniero electrónico. Allí conoció como alumno al gran maestro Albert Einstein. (Fuente, Caracol Radio, a vivir que son dos días).

La confluencia genética de Jorge Reynolds también es sorprendente. Por su línea materna desciende del escritor Rafael Pombo y del sabio Francisco José de Caldas, de quien conserva la colección de mariposas, documentos y su escritorio personal. Por línea paterna desciende de Oswald Reynolds, médico que contribuyó al desarrollo del primer equipo de Rayos X que llegó a Inglaterra, cuando trabajaba con Madamme Curie, y  que aún  se conserva en el Museo Británico. Su padre era ingeniero de petróleos y diplomático, lo que le permitió exponerse a varias culturas e idiomas. Su madre moldeó su disciplina y labró su sensibilidad musical.

La diferencia entre el primer marcapasos del profesor Reynolds, los usados hoy, y su nanomarcapasos es la de un aparato inicial que pesaba 45 kilos y utilizaba una batería de automóvil, y además, el paciente debía transportar en una carretilla la batería que alimentaba el aparato por medio de unos electrodos y cada 72 horas había que recargar la batería, y en ese tiempo en nuestro medio eran escasos los automóviles con sistema de 12 voltios, este fue implantado a un hombre de más de 70 años de edad a fin de devolver la vitalidad a su corazón afectado. Era un sacerdote llamado Gerardo Flórez, quien había llegado a Bogotá desde Guayaquil, Ecuador, con la esperanza de sanar su afección cardiaca. El primer medio que lo publicó fue el Times de Londres.

En 1984, en colaboración con el capitán Francisco Ospina Navia del Acuario El Rodadero en Santa Marta, Colombia, el Dr. Reynolds obtuvo el registro de los electrocardiogramas de distintos animales marinos. Esta iniciativa permitió más tarde realizar diversas expediciones para investigar y estudiar los corazones de animales terrestres y acuáticos.En su segunda evolución pasó a tener el tamaño de tres monedas de 500 pesos (una sobre otra); y en su tercera, es decir, su actual versión, se ha reducido a un tamaño minúsculo con ayuda de la nanotecnología y además no necesitará batería porque aprovecha las contracciones del corazón como fuente de energía que alimenta el circuito electrónico. Además, se implantará fácilmente con una cirugía ambulatoria por medio de GPS, y podrá estar intercomunicado con el teléfono celular del médico que podrá ver e interactuar desde donde se encuentre el nanomarcapasos, por computador e Internet. Fuente; Andacol, Ver Bien Magazín e Innovadores de America.

El trabajo de Dr. Reynolds ha sido valorado mundialmente. Ha obtenido tres doctorados honoris causa en medicina, por sus aportes a la investigación y al desarrollo de tecnologías para la cardiología. Ha publicado alrededor de 174 artículos como conclusión a los estudios realizados.

Es miembro de 42 sociedades científicas en Colombia y el exterior; en algunas de ellas como miembro honorario. Es miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York desde 1989, miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales también desde 1989 y miembro Asociado de la Academia Nacional de Medicina desde el año 2004. También es miembro fundador de varias sociedades científicas.

En el 10 de noviembre de 2015 recibió el doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad de La Sabana, en reconocimiento de sus 55 años investigativos en el funcionamiento eléctrico del corazón y la Fundación Universitaria del área andina en abril de 2015 lo condecoro con Gran Sol del Área Andina, en el grado de Doctor Honoris Causa, por su importante trayectoria en el campo de la ciencia, el humanismo y la investigación científica.

En el año 2016 recibió el doctorado en Ingeniería por parte de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá, junto a la primera corte de graduados de dicho programa. Fuente: Universidad de Pamplona.