LibroUmbraldelfuego1Nueva York. Sep/19/2015. La novela ‘El Umbral de fuego’, del reconocido escritor colombiano Eduardo Márceles Daconte fue presentada en Nueva York La Nacional (Spanish Benevolent Society), donde el reconocido escritor nacido en Aeracataca (Magdalena) habló de su novela, leyó un fragmento y firmó ejemplares. La aventura de descubrir un país prometedor, sumado a la nostalgia de dejar el propio, son algunos de los elementos de la novela (Collage Editores) que tiene como hilo conductor la historia de Lorenzo Centeno, ‘un desplazado’ (como lo describe Márceles), que por diversas razones abandonó Colombia en busca de oportunidades en los Estados Unidos.

Pero Lorenzo no es el único, el libro también entreteje las experiencias del autor, quien narra sus propias vivencias como inmigrante en dos períodos significativos de su vida: como estudiante universitario en la década del 70 y, más tarde, como escritor, curador y periodista cultural desde finales del Siglo XX hasta el año 2004.

El umbral de fuego está sustentado por un grupo de personajes que sufren las vicisitudes, disfrutan las alegrías y cuentan sus aventuras, sus éxitos y fracasos en los Estados Unidos, así como la nostalgia de su país que les acosa en momentos de incertidumbre.

Márceles Daconte: Aracataca, Shangai, Nueva York, BogotáEduardo-Márceles2

Eduardo Márceles Daconte es escritor, curador de artes visuales e investigador cultural. Nació en Aracataca (Magdalena), en 1942. Es licenciado en artes de New York University y del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California (Berkeley), con especialidad en historia cultural de América Latina y énfasis en artes visuales y literatura. Después de un periplo de investigación cultural por el Lejano Oriente (a principios de los años 70 entró a un monasterio en Sri Lanka, donde fue monje budista hasta 1973) y Europa, regresó a Colombia en 1975 donde se desempeñó como profesor de historia del teatro y literatura a nivel de posgrado en la Universidad Javeriana y de pregrado en la Universidad Gran Colombia de Bogotá.

Celia CruzComo periodista cultural ha contribuido con ensayos, reportajes y reseñas sobre literatura, teatro y artes
visuales en diferentes diarios y revistas de Colombia y Estados Unidos. Se ha desempeñado como profesor visitante de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai (República Popular China, 1986-1988) y en la Universidad de Miami-Dade (Florida, 1988-1989). En Nueva York trabajó como curador multicultural en el Queens Museum of Art y editor de la revista semanal Vida-Hoy del diario Hoy de NY. En Nueva York preparó su antología Narradores colombianos en USA (13
autores) en la colección Escritores colombianos en la diáspora publicada por el Instituto Colombiano de Cultura (Bogotá, 1993).

Es autor de libros de narrativa e investigación cultural, entre ellos, Los perros de Benares y otros retablos peregrinos (cuentos), Editorial La oveja negra, Bogotá, 1984; tres volúmenes de investigación artística: Nereo López :Testigo de su tiempo, biografía del célebre fotógrafo cartagenero, Ministerio de Cultura, Colección Vida y Obra, Bogotá, 2002, así como Los recursos de la imaginación: Artes visuales del Caribe colombiano y Los recursos de la imaginación: Artes visuales de la región andina de Colombia (2011)

GaboMarceles2GaboMarceles1

En Estados Unidos publicó en español e inglés su volumen de investigación biomusical ¡Azúcar!: La biografía de Celia Cruz. Su libro más reciente es La vuelta a la manzana: Una memoria literaria de Cali, compilado con Aníbal Tobón Bermúdez y Álvaro Suescún Toledo. (Tomado de Estereofónica.com y agencias. Fotos: cortesía Eduardo Márceles Daconte)

_______________________________________________________________

Eduardo Márceles Daconte, autor de “El umbral de fuego”, una historia de inmigrantes

Eduardo Márceles: el hijo errante de Aracataca

Foto Cristiam Garavito
Tras vivir 20 años en el exterior, Márceles Daconte retornó a Colombia en 2004. Foto: Cristian Garavito

El Espectador publicó este chat con el escritor costeño, de 70 años, reconocido por su biografía de la cantante cubana Celia Cruz y por su paso como editor cultural de varios medios de comunicación estadounidenses.

¿El libro “El umbral de fuego” es casi un diario de su experiencia como trotamundos?
Sí, pero no es sólo la mía sino la de muchas personas con las que hablé en Nueva York, que son inmigrantes en EE.UU. El personaje, Lorenzo Centeno, es la representación de las historias de aquellos que han sufrido por vivir el sueño americano.
¿Y usted se considera un inmigrante en todos los sentidos?
Quizás no he pasado por ciertas circunstancias que han vivido ellos, como la pérdida de un ser querido en la búsqueda de ese sueño, pero haber viajado por muchos países como Sri Lanka, India, EE.UU y China, entre otros, me permite comprender el fenómeno de la inmigración.
A propósito de su experiencia por el mundo, ¿cómo terminó dando clase

Foto- Colprensa
Foto: Colprensa

s en una universidad de Shanghái?

Cuando fui profesor de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, en 1986, conocí a un estudiante chino que estaba trabajando su tesis sobre la obra de Gabriel García Márquez y acudió a mí porque me especialicé en el trabajo de Gabo. Nos hicimos muy amigos y un día me dijo que había una oportunidad de trabajar en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái como profesor visitante de estudios iberoamericanos, y me quedé allí dos años.
Pero tenía planeado quedarse un año, ¿qué pasó?
No encontraron un reemplazo y mi estadía se alargó.
¿Y cómo lo trataron en Shanghái?
Muy bien, pero pasó algo curioso cuando llegué a trabajar como corrector del diccionario chino-español, mi segundo trabajo en China. Resulta que me asignaron una oficina muy grande con un escritorio en la mitad, sólo para mí, mientras que mis compañeros nativos trabajaban hacinados en una oficina. La explicación es que ellos no se pueden mezclar con los occidentales, porque podríamos influir en su pensamiento poco liberal.
Y ya que estamos hablando de su experiencia con una cultura muy distinta a la nuestra, ¿qué conserva de su paso por Sri Lanka?
Allí estuve como monje en un monasterio budista durante seis meses en los años 70, cuando terminé mi maestría en la universidad de Berkeley. Estaba saturado de lecturas y monografías, entonces conocí a unos estudiantes asiáticos en Estados Unidos que me motivaron a conocer el budismo y finalmente viajé y me interné en el monasterio. Aún lo practico.
¿Y qué conserva de Aracata, su tierra natal?
No estuve mucho tiempo allí. Viví más en Barranquilla, porque mi papá era oriundo de allí, en cambio la familia de mi mamá llegó de Italia y mi papá se enamoró de ella y se la llevó tiempo después de Aracataca.
“Cien años de soledad” fue la obra más reconocida de García Márquez. ¿Cree que la biografía de Celia Cruz es su obra insigne?
No lo sé, pero la experiencia de haber escrito sobre ella fue maravillosa. A raíz de mi trabajo como editor cultural del diario Hoy de Nueva York, en el año 2000, tuve la oportunidad de entrevistar a Celia Cruz, aproximadamente tres veces. Después de su deceso una amiga me llamó y me propuso hacer la biografía, porque ella sabía que yo tenía mucha información de Celia Cruz, entonces acepté y en seis meses la terminé.
¿Su vida siempre estará encaminada a los temas culturales?
Desde mis inicios en El Espectador como redactor cultural, pasando por mi larga estadía en Nueva York como curador del Museo de Arte de Queens y editor cultural en algunos medios de comunicación, hasta el día de hoy lo ha estado. Creo que encontré mi pasión en las letras y el arte.