Miami. Nov/11/2015. Mauricio Hernández (Fotos: Carlos Beltrán). Emilio Agudelo, más conocido como Mr. Bamboo, nació en Medellín, se crío en Neiva, vivió en Nueva York y tiene su Bamboo Restaurant en Miami, donde reside. Agudelo recuerda cuando incursionó en el ‘mundo de los negocios’, con apenas 7 años de edad. “Al ir la colegio observaba a los trabajadores llevando su portacomidas a la obra. En la urbanización en la que vivíamos estaban construyendo muchas viviendas. Fue cuando le pedí a mi mamá que hiciera empanadas para venderlas al salir del colegio. Mientras duraron las obras las ventas fueron importantes, y este dinero sirvió de apoyo a la economía familiar”, recuerda, como si fuera ayer, este andariego y trabajador paisa.
Adiós obras, adiós ventas. Se acabó el negocio de las empanadas, pero germinó la semilla del emprendedor y empresario. Lo primero que hizo fue buscar otro frente de ingresos, que encontró rápidamente a través de un pariente cercano. Tras conseguir fiada la mercancía, comenzó a venderla por los pueblos cercanos. “Entonces descubrí el gusto por las ventas y el comercio, pues aprendía de las personas, y además ganaba dinero”.
Durante diez años, antes de hacer ‘maletas sin retorno’ hacia los Estados Unidos, Agudelo hizo de todo: recorrió Colombia vendiendo mercancía, tuvo una heladería, una venta de vegetales en Neiva, administró varios almacenes y una ferretería. Su primera migración la vivió cuando niño, junto a su familia, cuando tuvieron que desalojar la finca de Antioquia por presión de la guerrilla y mudarse para el Huila. Eran momentos de duros enfrentamientos entre los diferentes actores de la violencia en Colombia, que Emilio tuvo que vivir todavía más de cerca cuando prestó el servicio militar.
Estados Unidos. Acostumbrado a ganar dinero desde niño, llegó a los 18 años a Nueva York, en 1995, donde desempeñó varios trabajos hasta recalar en la construcción, un sector que por esa época ofrecía buenos dividendos en esta ciudad, y en el Mundo. Mucho le sirvió haber aprendido a leer planos arquitectónicos en Colombia y haber dedicado todo su empeño en aprender el inglés. El negocio era bueno, muy bueno, pues creó su propia empresa y llegó a tener hasta cuarenta personas trabajando en su compañía. Pero como en su infancia, el negocio terminó cuando se acabaron las obras en su vecindario; así mismo se acabo el negocio en Nueva York, pues tras los atentados de las Torres Gemelas la crisis mundial afectó especialmente al sector de la construcción.
Entonces Agudelo emprendió una nueva migración, esta vez dentro de los Estados Unidos. Sin pensarlo viajó a Miami, donde rescató esa vena culinaria de infancia. Desde entonces, Agudelo se convirtió en un embajador de la cocina colombiana, donde sus compatriotas, turistas y estadounidenses calman esa nostalgia gastronómica con una variedad de platos, fieles a los auténticos sabores de la tierra.
Hoy disfruta dando gusto a los comensales en su Bamboo Restaurant, junto a Nubia Giraldo e Ibeth Ramírez, sus socias en el negocio, que se ha convertido en un punto de referencia del buen comer criollo en la Ciudad de los Delfines. Hemos podido comprobar que la publicidad en la radio hace mérito a sus slogan: “Traiga su paraguas, porque le lloverán atenciones” y “porque usted es mi vecino a usted le cocino”.
El nombre del restaurante Bamboo está inspirado en una travesura de colegio, cuando prendieron fuego a varias plantas de bamboo seco. “De los troncos hechos cenizas resurgieron con el tiempo las plantas de bamboo, con unos troncos grandes, floridos y llenos de hojas”, recuerda Agudelo, este paisa que de niño, y posteriormente de joven, sufrieron la caída de un negocio, pero se levantaron de sus cenizas.
Restaurantes Bamboo, localizados en Miami 9342 SW 56 Street Miami, Florida y 13327 SW 42 St Miami, Florida 33175.
MC: ¿Que representa para usted Bamboo, su empresa?
EA: BAMBOO es para todos los que conformamos esta compañía, una empresa con vocación de servicio, innovadora, que ofrece atención de alto nivel, bajo excelentes condiciones de calidad y cumplimiento para lograr un buen desarrollo de sus objetivos, mediante el uso de diferentes tecnologías de producción y el compromiso permanente de nuestros empleados a los que damos una adecuada capacitación.
También tenemos una infraestructura adecuada para ofrecer un portafolio integral de servicios, con diversidad de productos que responden a los requerimientos de cada uno de nuestros clientes y estos incluyen: Desayunos de negocios, seminarios, congresos, casinos, servicio de catering de alta cocina, despedida de fiestas y celebración de fin de año, en fin nos ocupamos de atender las más mínimas necesidades de un cliente sofisticado y especial.