En los tres primeros meses de 2017 fueron deportadas a Colombia 266 personas, mientras en el mismo periodo del año pasado la cifra llegó a 218, es decir, un 22 por ciento más. Estados Unidos deportó en 2015 a 1.154 colombianos, muchos con antecedentes criminales.
Nueva York. May/06/2017. Agencias. Los arrestos de inmigrantes con antecedentes criminales ha disparado la cifra de inmigrantes deportados, que también se hace evidente en la Comunidad colombiana en los Estados Unidos, donde el número de deportaciones ha aumentado en un 22 por ciento con respecto a la misma fecha del año anterior. Según cifras de Migración Colombia, citadas por el diario El Tiempo de Bogotá, en los tres primeros meses del año fueron deportadas a Colombia 266 personas, mientras en el mismo periodo del año pasado fueron 218, lo que representa un incremento del 22 por ciento.
Si bien la cifra representa solo un aumento de 48 personas deportadas. Según el diario bogotano, “fuentes oficiales señalaron que “cada vez se necesitan más puestos en el vuelo que mensualmente llega al país con deportados desde Estados Unidos”. No se han precisado las causas de las deportaciones, que obedecerían a la promesa del presidente Trump de deportar a todos los inmigrantes sin papeles con cuentas pendientes con la justicia o que tengan antecedentes criminales.
Pero la mayor preocupación de los colombianos es que el endurecimiento de las leyes de inmigración está ocasionando que infracciones menores terminen en procesos de deportación. Los casos de conducir en estado de embriaguez son considerados muy graves en Estados Unidos y genera fuertes sanciones, incluida la deportación.
El diario expone el caso de un colombiano que llevaba viviendo 20 años sin documentos en los Estados Unidos y fue deportado por un caso antiguo de embriaguez sucedido 10 años atrás, aunque ya había pagado las multas y cumplido con las penas judiciales. El compatriota (no se suministró el nombre) fue “detenido hace un par de meses cuando salía de su casa en Nueva Jersey y se dirigía a su trabajo. Sin mayores explicaciones y sin una orden fue llevado a un centro de detención donde le notificaron la apertura de un proceso de deportación por tener en su historial una infracción que cometió el año pasado al conducir en estado de embriaguez. Esto a pesar de que en su momento, dice que pagó la sanción que le fue impuesta”, indica el reportaje del diario.
No hay muchas esperanzas de que el citado colombiano pueda permanecer en este país, pues ahora la ley es más dura con los inmigrantes, e incluso crímenes o actos criminales del pasado serán ‘juzgados’ de nuevo, esta vez con la deportación. Fuentes del Consulado de Colombia en Nueva York ratificaron a El Tiempo sobre el aumento del número de nacionales arrestados. (Con información de El Tiempo).
Leyes más duras.
Transcripción textual del diario. Entre los deportados también está María Fernanda Gardeazábal que fue inadmitida cuando, al llegar a Houston (Texas) el primero de febrero, le dijo al oficial de migración que pretendía tomar un curso de inglés, aunque su visa era de turista. Y hace dos semanas, Ómar Díaz, un fotógrafo colombiano que llegó a Estados Unidos, confesó en la entrevista de migración que en uno de sus viajes a ese país en el que había permanecido seis meses había trabajado. Por esa razón fue enviado a Colombia. Ellos fueron objeto de deportación exprés y ni siquiera alcanzaron a entrar a los Estados Unidos.
Incluso, dijo el abogado Rincón, en los últimos meses han conocido casos de personas a quienes les piden el celular para revisar los mensajes de WhatsApp, si encuentran mensajes en los que les dicen que tengan suerte en su trabajo o en su curso de inglés, esto les puede negar el ingreso porque estarían violando los términos de la visa. O si le encuentran hojas de vida en el equipaje ya es motivo para que le nieguen el ingreso si su visa es de turista.
“Cada visa tiene un propósito y si una persona pretende estudiar o trabajar no puede tener visa de turista. Lo que más nos llegan son casos de personas que compran un tiquete de ida y no de regreso y eso ya es un mal indicador para los agentes de migración”, sostuvo.
Carlos Mauricio Duque, abogado y presidente del Comité de Inmigración de la Asociación de Abogados del Condado de Dade, dice que la cantidad de arrestos de extranjeros se evidencia en el crecimiento del aparato judicial en Miami: ya han sido contratados ocho nuevos jueces y cerca de 20 fiscales, incluso habilitaron un piso más con tres juzgados.
Esa situación también la evidencia el padre Juan Carlos Ruiz, cofundador del Movimiento Nuevo Santuario en Nueva York que apoya a migrantes, quien dice que el número de camas en centros de detención para personas en proceso de deportación aumentó a unas 70.000 en los últimos años.
También están siendo procesadas las personas que solicitan algún tipo de beneficio migratorio como la residencia, porque en caso tal de que les sea negado el beneficio, los agentes ya saben que esa persona está de forma ilegal en el país.
Durante el gobierno de Barack Obama, el 46 por ciento de las personas con procesos de deportación vigentes permanecía detenida mientras se resolvía su caso, hoy la cifra, según el sistema de investigación y recolección de datos de la Universidad de Syracuse, llega al 75 por ciento.
El mismo sistema registra que desde que Trump asumió el cargo, el Departamento de Seguridad DHS ha iniciado un total de 25.942 procesos ante jueces para solicitar órdenes de expulsión.
Más información haciendo clic en la foto