Nueva York. Feb/Por Luisa Ramírez/Agencias. El paisaDaniel Arango forma parte del equipo científico de la Universidad de Ohio que adelanta investigaciones que conducen a que la apigenina, una sustancia presente en algunas frutas y vegetales, vuelve a las células cancerígenas susceptibles a fármacos contra el cáncer. Las investigaciones son una novedad científica en torno al combate del cáncer a través de plantas que contienen apigenina. “La apigenina fue capaz de eliminar las marcas ‘malignas’ de las células cancerosas. Esto tiene implicaciones terapéuticas, ya que es posible que acabe con la resistencia de estas células a los tratamientos haciéndolos mucho más eficaces. Nuestras investigaciones actuales están dirigidas en este sentido”, indicó el biólogo colombiano. Con apenas 30 años, tiene el privilegio de trabajar en el laboratorio junto un grupo de reconocidos biólogos bajo la dirección de Andrea Dossef, quien indicó a la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences que el hallazgo es importante porque dicho elemento “reeduca las células cancerígenas en células normales que eventualmente mueren”.
Este biólogo de 31 años adelanta su tesis doctoral en Biología Celular, Molecular y del Desarrollo en la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos. Cuando terminó su pregrado en la Universidad de Antioquia hace cinco años, Daniel buscó una pasantía en el exterior y fue aceptado en el laboratorio del doctor Erich Grotewold. Gracias a sus estudios, le ofrecieron un puesto en el doctorado para trabajar junto a los doctores Grotewold y Doseff. Desde hace dos años imparte conferencias en la universidad de Ohio, donde es reconocido por su dedicación a la investigación.
Pero su pasión por la biología surgió en el colegio: “En grado once tuvimos un curso de bioética. En esa época estaba el ‘boom’ de la clonación de (la oveja) Dolly y toda la controversia alrededor de la ingeniería genética. Esos temas los discutíamos en clase. Así nació mi gusto por la biología y hasta el sol de hoy no he dudado ni un solo segundo que escogí la carrera correcta”.
La Universidad de Ohio es una de las más grandes de Estados Unidos, con más de seis mil estudiantes extranjeros. “Hay muy buena recepción y muchas facilidades. Ohio es una ciudad muy académica lo cual facilita mucho los estudios de doctorado, que no son nada fáciles”, dice Arango, que trabaja en su tesis para estudiar las propiedades antiinflamatorias y anticarcinogénicas de ciertos compuestos de la dieta. Es por esto que se hizo miembro del Food Innovation Center, un centro que agrupa a investigadores de áreas como la biología molecular y la tecnología de alimentos. (Con información de Luisa Ramírez)
Perfil. Trabaja en la Dirección del Departamento Molecular, Celular y de Biología del Desarrollo de la Universidad Estatal de Ohio (Columbus, Ohio), junto a la codirectora y asesora Andrea I. Doseff.
Estudió de 2001 a2006 BS Biología, en la Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
2007-2008 Fue asiduo visitante de Scholar Grotewold Laboratorio, Departamento de Botánica Biología Celular y Molecular, Centro de Biotecnología Vegetal de la Universidad Estatal de Ohio, Columbus, OH.
En 2006 y 2007 fue Asistente de Investigación en Genética de Poblaciones y Mutacarcinogenesis Lab, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
La apigenina. Es una medicina natural para detener la formación del cáncer de mama. Podemos encontrarla en nuestra propia nevera o la huerta ecológica de ese pequeño agricultor o en la nuestra, si es que nos hemos decidido por comer saludable y podemos tener nuestra propia comida ecológica. Esto es lo que han dicho las investigaciones científicas pero a pesar de que los científicos hayan encontrado en la apigenina una forma económica de tratar el cáncer en alimentos como el apio, no han encontrado la forma de ser financiados para continuar con las investigaciones puesto que las grandes empresas farmacéuticas no pueden lucrarse de ello.
Estudio con Flavonoides. “Hay un consenso general de que comer bien es bueno para la salud, pero nunca nos han dicho el por qué. El estudio con flavonoides nos permite entender cómo algunos compuestos de la dieta mejoran la salud a través de su interacción con ciertas moléculas de nuestro cuerpo”, indica Arango. Pero su interés por estas moléculas no acaba ahí: “Estos son compuestos que tienen gran potencial preventivo y terapéutico en varias enfermedades incluyendo problemas cardiovasculares, sepsis y cáncer. Por esto es que elucidar sus mecanismos de acción es fundamental para el desarrollo de terapias alternativas basadas en ‘alimentos funcionales’”.
Flavonoides es el término genérico con que se identifica a una serie de metabolismos secundarios de las plantas. Son sintetizados a partir de una molécula de Fenilalanina y 3 de Malonil-Coa, a través de lo que se conoce como “vía biosintética de los flavonoides”, cuyo producto, la estructura base, se cicla gracias a una enzima isomerasa. Los flavonoides se biosintetizan en todas las “plantas terrestres” o embriofitas, y también en algunas algas Charophyta.
Los flavonoides han adquirido notoriedad pública a raíz de su actividad biológica en el hombre, que los consume con los vegetales. Los flavonoides poseen propiedades muy apreciadas en medicina, como antimicrobianos, anticancerígenos, disminución del riesgo de enfermedades cardíacas, entre otros efectos.
Los flavonoides consumidos por el hombre le protegen del daño de los oxidantes, como los rayos UV (cuya cantidad aumenta en verano); la polución ambiental (minerales tóxicos como el plomo y el mercurio); algunas sustancias químicas presentes en los alimentos (colorantes, conservantes, etc). Como el organismo humano no tiene la capacidad de sintetizar estas sustancias químicas, las obtiene enteramente de los alimentos que ingiere.
Al limitar la acción de los radicales libres (que son oxidantes), los flavonoides reducen el riesgo de cáncer, mejoran los síntomas alérgicos y de artritis, aumentan la actividad de la vitamina C, , bloquean la progresión de las cataratas y la degeneración macular, evitan las tufaradas de calor en la menopausia (bochornos) y combaten otros síntomas.
- Propiedades anticancerosas: muchos han demostrado ser tremendamente eficaces en el tratamiento del cáncer. Se sabe que muchos inhiben el crecimiento de las células cancerosas. Se ha probado contra el cáncer de hígado.
- Propiedades cardiotónicas: tienen un efecto tónico sobre el corazón, potenciando el músculo cardíaco y mejorando la circulación. Atribuidas fundamentalmente al flavonoide quercetina aunque aparece en menor intensidad en otros como la genisteína y la luteolina. Los flavonoides disminuyen el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Fragilidad capilar: mejoran la resistencia de los capilares y favorecen el que éstos no se rompan, por lo que resultan adecuados para prevenir el sangrado. Los flavonoides con mejores resultados en este campo son la hesperidina, la rutina y la quercetina.
- Propiedades antitrombóticas: la capacidad de estos componentes para impedir la formación de trombos en los vasos sanguíneos posibilita una mejor circulación y una prevención de muchas enfermedades cardiovasculares.
- Disminución del colesterol: poseen la capacidad de disminuir la concentración de colesterol y de trigliceridos.
- Protección del hígado: algunos flavonoides han demostrado disminuir la probabilidad de enfermedades en el hígado. Fue probado en laboratorio que la silimarina protege y regenera el hígado durante la hepatitis. Junto con la epigenina y la quercetina, son muy útiles para eliminar ciertas dolencias digestivas relacionadas con el hígado, como la sensación de plenitud o los vómitos.
- Protección del estómago: ciertos flavonoides, como laquercetin, la rutina y el kaemferol, tienen propiedades antiulcéricas al proteger la mucosa gástrica.
- Antiinflamatorios y analgésicos: la hesperidina por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, se ha utilizado para el tratamiento de ciertas enfermedades como la artritis. Los taninos tienen propiedades astringentes, vasoconstrictoras y antiinflamatorias, pudiéndose utilizar en el tratamiento de las hemorroides.
- Antimicrobianos: isoflavonoides, furanocumarinas y estilbenos han demostrado tener propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.
- Propiedades antioxidantes: En las plantas los flavonoides actúan como antioxidantes, especialmente las catequinas del te verde. Durante años se estudió su efecto en el hombre, y recientemente (5 de marzo del 2007) se ha concluido que tienen un efecto mínimo o nulo en el organismo humano como antioxidantes.
Los flavonoides tienen grandes cantidades de antioxidantes, lo que permite reducir las inflamaciones, mejorar la salud de las arterias y combatir el envejecimiento mediante la prevención y reparación del daño celular. Incluso puede ayudar a prevenir la caries dental y reducir la aparición de enfermedades comunes como la gripe. De esta forma, los flavonoides pueden evitar la demencia, el Alzheimer y algunos tipos de cáncer.