Jessica Ramos (Distrito 13 Queens) y Julia Salazar (Distrito 18 Brooklyn) ocuparán el Senado Estatal de Nueva York y Catalina Cruz (Distrito 39 de Queens) y Nathalia Fernández lo harán en la Asamblea Estatal. Muchos latinos consiguieron ganar en los distintos distritos de Nueva York.
Nueva York.Nov/07/2018. Orlando Contreras/Agencias. Cuatro mujeres de origen o padres colombianos fueron protagonistas en Nueva York en las elecciones del pasado 6 de noviembre, el día en que los latinos y la inmigración se hicieron visibles para contrarrestar la fuerza racista y machista de un presidente con un desequilibrio mental observado y constatado por todo el Mundo.
La verdadera lucha la emprendieron las colombianas en las primarias demócratas, donde debieron pelear con la maquinaria del Partido Demócrata, que escogía a los candidatos a dedo. Fue así como las colombianas, sin presupuesto del Partido Demócrata, que cuenta con el apoyo de grandes corporaciones estadounidenses con intereses económicos en el área, consiguieron con una ejemplar lucha los votos de las comunidades con más residentes nacidos en el exterior, con donación casa por casa.
Para los colombianos el resultado es sorprendente e histórico. Primero, nadie daba un dólar por el triunfo de las compatriotas, especialmente dentro de la dividida comunidad colombiana, con viejos dinosaurios, algunos con pasado de narcotráfico y paramilitar, que se han auto proclamado lideres de la comunidad y hasta consejeros del Consulado.
Es bien conocido que la comunidad colombiana en Nueva York es fanática seguidora de uno de los hombres más oscuros de la reciente historia colombiana, no por su proximidad familiar al narcotráfico, sino por haber creado las Convivir, que fue el epilogo de la proliferación de los grupos paramilitares de extrema derecha causantes de la mayor migración de la historia de Colombia y un reguero de muertos.
Las nuevas generaciones de colombianos, nacidos en Estados Unidos o llegados de niños a este país, han recibido una educación diferente, viven en un sistema más justo y de oportunidades (a pesar de todo), han accedido a medios de comunicación no controlados por los feudales y corruptos de turno, su mente es abierta y progresista y tienen una capacidad de lucha inmigrante que asusta al mismo presidente, que los odia y los persigue.
El gran repunte de los candidatos inmigrantes, especialmente de las mujeres, vino con la Ola Azul del Partido Demócrata, que consiguió quitar la mayoría en el Congreso a Trump (que conservó el Senado), pero que ahora lo deja atado a seguir firmando ordenes ejecutivas contra los más débiles.
Con la irrupción de los inmigrantes, el Partido Demócrata se ve obligado a incorporar a los líderes inmigrantes, que tuvieron que tumbar la puerta de la maquinaria para poder entrar.
Esto obliga a los demócratas a tomar un rumbo más socialista (no confundir con comunismo), algo normal si tenemos en cuenta el pasado humilde y de maltrato recibido por los inmigrantes sin papeles en Estados Unidos, que ahora se erigen en una opción de cambio global a mediano plazo y piden meas oportunidades para los meas débiles.
Jassica Ramos, hija de de Auribal Ramos, un conocido líder comunitario colombiano de Queens (donde nació), llegó al Senado después de tocar puerta a puerta a las distintas comunidades, pidiendo apoyo. Las candidatas inmigrantes consiguieron conformar en las primarias una tercera opción gracias al apoyo de una organización sin fines de lucro, New American’s Citizen, que las formó y las apoyó.
“Soy nacida y criada en mi distrito y sé de las cosas que mis vecinos necesitan. Es el rinconcito del planeta que más quiero y quiero trabajar para que todos puedan vivir con la dignidad y el respeto que se merecen”, escribió en su cuenta de Twitter.
Su primer trabajo fue en un bufete de abogados de inmigración de Jackson Heights, donde conoció a trabajadores de la construcción que sufrían lesiones en el trabajo, lo que inspiró su compromiso con los derechos laborales y con la justicia racial y económica.
En su adolescencia, Jessica fue franca contra la pobreza y el desplazamiento interno de los colombianos. Fue elegida presidenta del Consejo de la Juventud Liberal Colombiana de Nueva York en 2002 y posteriormente fue elegida presidenta del Partido Liberal Colombiano de Nueva York en 2005.
En la reciente visita del presidente Ivan Duque, que acaba de gravar la canasta familiar con un IVA del 19 por ciento, mientras los multimillonarios apenas pagan impuestos (las gaseosas, que causan miles de millones en pérdidas, apenas pagan impuestos) no se le permitió hablar a Jessica Ramos, la primera colombiana o hija de colombianos en llegar al Senado Estatal de Nueva York. Ramos fue Directora de Medios Latinos para la Ciudad de Nueva York.
Julia Salazar. “Es oficial: Nos vamos a Albany. Gracias a todos y cada uno de ustedes que dieron su tiempo, sus recursos, y su talento a esta campaña. Vamos a seguir construyendo un mundo juntos.”, dijo al conocer el triunfo en el Senado Estatal de Nueva York por el Distrito 18. “Quiero llevar las preocupaciones de los trabajadores a los pasillos de Albany”, dijo Salazar, conocida defensora de la justicia social por la comunidad, de tendencia socialista democrática, miembro de un sindicato y orgullosa hija de padre inmigrante. “Al unir a la gente para exigir un cambio, Julia es la líder que necesitamos para hacer de la Ciudad de Nueva York un lugar más seguro, más justo y más acogedor para todos”.
Julia nació en una familia de inmigrantes, asistió a escuelas públicas y comenzó a trabajar en un supermercado local cuando tenía 14 años para ayudar a llegar a fin de mes. Se apoyó a sí misma a través de la Universidad de Columbia como niñera y ahora es una orgullosa organizadora de personal para Judíos por la Justicia Racial y Económica, un socio clave en la coalición Comunidades Unidas por la Reforma Policial y líder en los Socialistas Demócratas de América. Como miembro de la comunidad de Bushwick, ella ha sido una incansable defensora de sus vecinos y compañeros inquilinos.
Catalina Cruz. Abogada con experiencia y líder en la reforma migratoria y los derechos de los trabajadores. Se convirtió en la primera Dreamer elegida en el estado de Nueva York. Nació en Medellín, Colombia, llegó a Queens a la edad de nueve años y sufrió durante diez años el temor de los inmigrantes sin papeles..
Su madre tenía un título avanzado en atención médica, tuvo que trabajar en pequeños empleos para llegar a fin de mes. Como madre soltera con cuatro hijos, limpiaba oficinas por la noche, vendía tamales y empanadas en los campos de fútbol los fines de semana y trabajaba largas horas como niñera durante la semana. También repartía flyer en la Avenida Roosevelt con 82, conocida como la calle Colombia.
Inspirada por la perseverancia de su madre, Catalina ha comprometido su carrera para luchar por la comunidad, para garantizar que los trabajadores, vecinos y familias no sólo puedan sobrevivir, sino también prosperar.
Catalina comenzó su carrera como abogada de vivienda luchando para ayudar a mantener a los inquilinos y adultos mayores de bajos ingresos en sus hogares. Actualmente se desempeña como presidenta de la Asociación de Abogados Latinos del Condado de Queens. Durante los últimos 5 años, ha coordinado el programa de la Ley de la calle en español de la Asociación, que asesora a estudiantes de las facultades de derecho de St. John’s y CUNY y lleva presentaciones de “Conozca sus derechos” a las comunidades marginadas. Catalina es licenciada por el John Jay College of Criminal Justice y tiene un JD de la City University of New York School of Law. Catalina vive en Jackson Heights con su esposo.
Catalina fue apoyada por los sindicatos de mayoría latina, el Frente Hispano vinculado a la Union 79 (demoliciones) y la Union 78 (Asbestos), liderada por el caleño Johann García. También recibió el apoyo del periódico Trabajador Inmigrante, que circula en los barrios de Queens donde residen más personas nacidas en el extranjero.
Nathalia Fernandez. Hija de inmigrantes colombianos. “¡Muchas gracias a todos por todo el apoyo! Estos próximos dos años serán una batalla por una mejor educación, una mejor atención sanitaria y una legislación más progresista. Sigamos trabajando juntos como comunidad”, trinó tras conocer su elección en la Asamblea de Nueva York, según la información de la agencia Efe.
En su perfil se indica que Nathalia fue criada para entender el beneficio de una ética de trabajo sólida. Su padre, William, emigró con su familia de Cuba al Bronx a una edad temprana y comenzó su propio negocio pintando apartamentos en su adolescencia para ayudar a su padre a mantener a la familia. William comenzó su negocio y su carrera en Morris Park. La madre de Nathalia, Sonia, llegó a los Estados Unidos desde Colombia y encontró su hogar en el vecindario de Bedford Park.
El Bronx siempre ha sido un hogar lejos del hogar para Nathalia. Al graduarse de la Universidad de Hofstra, Nathalia se encontró como voluntaria para el cambio dentro del Bronx. Nathalia fue impulsada por su compasión por sus compañeros y vecinos, y no fue una sorpresa cuando se desempeñó en el Distrito 80 de la Asamblea como jefe de personal del exasambleista Mark Gjonaj.
Durante su tiempo en el Distrito 80 de la Asamblea, Nathalia ha dirigido numerosos proyectos e iniciativas. Bajo su dirección, la oficina de la Asamblea proporcionó pasantías y numerosas oportunidades de voluntariado a estudiantes de secundaria y universidad, organizó eventos y servicios de atención médica para personas mayores y planificó numerosos eventos comunitarios. El servicio público se convirtió en la pasión de Nathalia y proporcionó el cumplimiento que buscaba en su carrera.
A principios de 2017, Nathalia aceptó la posición de su vida, uniéndose a la Cámara Ejecutiva en el más alto nivel del gobierno estatal como el representante regional del Bronx para el gobernador Andrew Cuomo. Nathalia ha trabajado con todos los sectores del gobierno y las partes interesadas de la comunidad para promover proyectos y servicios que beneficien a los constituyentes. Además de sus numerosas responsabilidades.
Liliana Melo. Consiguió ser líder 34 de NY, la Parte A del Partido Demócrata, que es voluntario y no tienen remuneración, pero le abre el camino para aspirara a Asamblea en próximas elecciones. Es Ingeniera Metalúrgica, especializada en Sistema de Gestión de Calidad y Gerencia de Proyectos. Tiene un pregrado en Administración y Maestría en Gerencia (MBA). “Vive en Nueva York desde el 2004 y ha participado en política colombiana”, dice el periódico QueensLatino, que se distribuye en Queens desde hace siete años.
A Melo participó activamente en la reelección del presidente Alvaro Uribe en el 2006 y apoyó a los conservadores Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordoñez. Su participación contra el NO al Plebiscito de la paz en Colombia fue importante, hecho por el que se le ha criticado en los pasillos progresistas de la política en Nueva York.
Melo fue parte del equipo del cónsul general Jaime Buenahora, que no dejó los mejores recuerdos en la Comunidad, y fue jefe de campaña en Nueva York del candidato por los colombianos en el Exterior, Zoilo Nieto, un exitoso empresario que llegó sin nada de Girardot.
“Han sido bendiciones. Aprendí la motivación por el voto y cómo luchar contra el fraude electoral. Me fortaleció el carácter para luchar por lo que considero democrático, legal y justo. Me desencantó la manipulación y el populismo, aunque me considero afortunada”, dijo en una entrevista al periódico mencionado.
Es la candidata que, de momento, se desmarca del ala progresista y social de todas las demás candidatas. Su rumbo político en la capital del Mundo con seguridad sufrirá un giro, alejándose de la complicada política colombiana a la que estuvo vinculada por varios años.
Melo consiguió ser líder de Distrito, primer paso hacia la Asamblea Estatal, gracias a la gestión de su compatriota, el abogado William Salgado, que peleó contra la maquinaria del Partido Demócrata. Salgado estuvo a punto de llegar al Concejo de Nueva York hace una década, pero la difamación de los tóxicos de la comunidad colombiana se lo impidieron el paso, sembrando intriga y cizaña. Melo se ha destacado por su liderazgo comunitario.